Hay pocas cosas más difíciles el mundo de la empresa que una sucesión. El Corte Inglés y Planeta hicieron el proceso ligando los nombres, pero no la paz social entre accionistas.
Si es un error nombrar sucesor sin garantizar al consejo una paz y un consenso que le avale, también lo es esperar demasiado a abordar el proceso, ya que hacer la sucesión con antelación es clave. En el caso de las pymes hay dos problemas añadidos: la escasa profesionalización de las empresas y el desconocimiento de las opciones.