Las empresas familiares encaran el final del año con un optimismo desbordado. Las buenas previsiones macroeconómicas, con un consumo de los hogares y una inversión empresarial creciendo a tasas anuales del 3%, y la recuperación de los pedidos de la UE ha disparado las ventas y los beneficios de estas compañías. El 69% augura que aumentará la facturación este año y un 58% vaticina que aumentará la plantilla.