El fabricante de equipos para el tratamiento de residuos, propiedad hasta ahora de la familia Masias, ha pasado a manos del primer ejecutivo de la firma, Jordi Sala Lladó, a través de la sociedad Bianna Business 1092. Paralelamente, han salido de la cúpula de la firma de Celrà (Gironès) los miembros de la familia fundadora.