La incorporación de nuevas generaciones a la empresa plantea nuevos retos, pues hoy se exigen aptitudes (soft skills) que no son meros conocimientos ni habilidades técnicas, sino capacidades comerciales, comunicación, liderazgo, o capacidad de seducción. Les falta habilidad para tomar decisiones, o carecen de autoaprendizaje y de capacidad de reciclaje, o de habilidad multidisciplinar.